Lluvias complican la cosecha también en Chile

El fenónemo climático Niño que tanto daño causó a las cosechas de arándanos en Argentina y Uruguay, sigue con efectos dañinos sobre la cosecha chilena. Según distintos reportes y a pesar de que los precios son mejores a los esperados, las lluvias en las distintas regiones de Chile siguen dañando la cosecha. Aquí un extracto de reporte del diario La Tribuna de Chile

Lluvias intensas se dejaron caer en la región y resto de la zona sur del país a mediados de la semana.  En este sentido, las regiones de Biobío y la Araucanía son las que más han registrado precipitaciones en lo que va de este año. 

 Las precipitaciones llegaron cuando estas zonas atraviesan su peak de cosecha, y han provocado que los productores tengan menos tiempo de trabajo para la recolección de los frutos, perjudicando los compromisos comerciales adquiridos.

Quienes también han salido perjudicados con estas precipitaciones son los productores de arándanos. Si la temporada 2008-2009 estuvo marcada por la baja en los precios -en medio de la crisis financiera-, este año, cuando la temporada había comenzado bien, vienen estos eventos climáticos afectándolos nuevamente.

Al respecto, el presidente de FEDEFRUTA, Rodrigo Echeverría, hizo ver que se habían recuperado los precios en los arándanos respecto a los que había el año pasado y se suponía que era una temporada mejor, pero, con estos costos, incluso se necesitan niveles de precios más altos para poder enfrentarlos.

Y no sólo el productor se ha visto afectado, también lo será el consumidor y la agroindustria que requiere estos insumos, fundamentales para su actividad, cuya producción tiene como destino preferente los mercados externos. Sin embargo, quienes usan el seguro agrícola, instrumento creado por el ministerio del ramo hace unos años para proteger a los agricultores frente a las eventualidades climáticas, pueden respirar, quizás, un poco más tranquilos. Justamente, este seguro pudiera ser un salvavidas, no para recuperar las ganancias que se podrían haber percibido, sino para, por lo menos, recibir la compensación por la inversión realizada. 

 A unos seis años de la puesta en marcha del Programa de Seguro Agrícola en Chile, el desarrollo que ha seguido este instrumento creado y auspiciado por el Gobierno, quien subsidia el pago de las primas, ha ido en crecimiento. Durante este tiempo han sido diversos los esfuerzos invertidos para su despegue y masificación. El primer año de operación no superó las metas planteadas.

En temporadas agrícolas posteriores experimentó un crecimiento más sostenido en términos de comercialización del seguro que cubre los siguientes riesgos nominados: sequía agrícola (en secano), lluvia excesiva o extemporánea, helada, granizo, nieve y viento perjudicial, esto es, todos los riesgos generados por eventos climáticos, eventos que cada vez se hacen más frecuentes y que nos obliga, cada vez más, a cuidar nuestra estabilidad económica, protegiendo nuestra familia y trabajo.

Fuente Diario La Tribuna de Chile